Archivo de julio 2012

Ya casi en bañador

31/07/2012

Dado que el Director nos ha dado vacaciones en agosto, este «op ed» (columnista de la página opuesta a la editorial), ya casi en bañador, opta por olvidarse de la enervante cosa pública en esta última columna del curso. Con la confianza puesta en una mejora de la situación en el mes entrante, que nos permita evitar el otoño caliente que los agoreros vaticinan, me propongo tratar hoy de asuntos sin importancia..

El viernes pasado, mientras desfilaba en el estadio londinense la delegación olímpica de Cayman Islands, y aparecía en pantalla el nombre inglés de ese pequeño país (aunque no tan pequeño paraíso fiscal), una presentadora de televisión nos aclaraba que estábamos presenciando el paso de los atletas de las «Islas Caimanes». Hace apenas unos días, versando sobre la conmemoración de la batalla de las Navas de Tolosa, un maestro de escuela escribía que el histórico suceso tuvo lugar «cerca de las estribaciones» de Sierra Morena. Un servidor, ignorante también donde los haya, descubre con alborozo que el espliego que ha plantado en su jardín corresponde a la alhucema, esa planta aromática que da nombre al islote que un sultán magrebí cedió un buen día a España a cambio de protección contra el común enemigo turco. El producto de perfumería, pues, que conocemos como «agua de lavanda», no deberíamos llamarlo así, sino «agua de espliego», o «de alhucema», con la misma naturalidad con la que hablamos de Albacete. Dejemos la «eau de lavande» a los franceses.

Es un hecho constatado que quienes peor usan nuestra lengua son los políticos, seguidos de los televisivos profesionales de la palabra. Una bella presentadora no duda en hablar del «cáriz» que está tomando la política. Otra asegura que «nadie estamos por encima de la Ley». Y un presentador aventura que los tres clubes de fútbol «son como la Santísima Trinidad» , lo que no es un desliz gramatical sino una falta de respeto. El representante de «Manos Limpias», para no ser menos, dice «nús» al referirse a la ya célebre Noos de Inaki Urdangarín, como si fuera un vocablo inglés.Y todo un sicólogo reconoce que los jóvenes «están ahora peores educados».

Así que me voy al mar, o a «la mar» como decimos los marinos, a relajarme con el lenguaje, siempre sin tacha, de sus olas al romper.

© 2012 José Romagosa Gironella
“Puntos sobre la íes”
Publicado en La Tribuna de Ciudad Real, el día 30 de julio de 2012

 

 

Ladran, luego cabalgamos

31/07/2012

«Ladran, Sancho, luego cabalgamos», es una frase generalmente atribuida a Cervantes, que curiosamente no aparece en el Quijote, ni en ninguna otra obra de nuestro más insigne escritor. El único autor que la usó, sin incluir, naturalmente, la alusión a Sancho, fue Goethe. Lo hizo en una de sus obras – concretamente en su poema Labrador – aunque con distinta construcción: «…sus estridentes ladridos / sólo son señal de que cabalgamos…».
Hay quien atribuye ese «Ladran, Sancho, luego cabalgamos», a Azaña, Unamuno, o Rubén Darío; pero no se han probado sus tesis. La única cita constatada sería la de Orson Welles, que la utilizó arbitrariamente en su película «Don Quijote». Lo cierto es que la frase, tal como la usamos coloquialmente los españoles, es decir, con la inclusión del nombre del célebre escudero literario, ya era de uso corriente mucho antes de que la peli de Welles se produjera.
Así que deberíamos seguir manejándola como una frase surgida del pueblo y no de la imaginación de don Miguel de Cervantes. «Ladran, luego cabalgamos», sería la expresión correcta, si no queremos poner en boca de Don Quijote algo que nunca dijo. Además, es una frase grata al oído y fácil de comprender, que sigue viniendo de perlas para describir los españolísimos vicios de la envidia y el mal perder.
Hoy podríamos ponerla en boca de Mariano Rajoy, con la variante «Ladran, Soraya, luego cabalgamos», o «Ladran, Luis de Guindos…», cuando constatamos que los mismos que han vuelto a dejar a España en bragas, con una deuda indigerible de 800.000 millones de euros, son los que hoy se dedican a poner palos en las ruedas del nuevo Gobierno surgido, ¡con mayoría absoluta!, de las urnas. Deberían sentir vergüenza de mostrar a los españoles hasta qué punto unos líderes políticos – los que hoy ejercen de Oposición – prefieren poner en peligro el futuro de la Patria, que ayudar a su salvación. Muchos españoles de a pie esperamos que esa ventaja de once puntos en intención de voto que el partido del Gobierno mantiene sobre el de la Oposición, a pesar de las duras reformas que se ha visto obligado a aplicar, se mantenga e incremente en los próximos meses. Sólo con el continuado apoyo popular (del partido así llamado, y del pueblo en general), podrá el Gobierno Rajoy invertir el rumbo del camino sin salida que, en España como en Grecia, llevaban los socialistas.
La desfachatez de los rubalcabas, izquierdistas unidos, sindicatos de pega y demás parásitos cejudos, cuando actúan insultando a la inteligencia de los españoles, recuerda a este columnista los obscenos baños de aquella Popea que se exhibía en pelota ante sus esclavos eunucos. No estaría de más que meditaran que ni España ni los españoles somos su juguete.
© 2012 José Romagosa Gironella
“Puntos sobre la íes”
Publicado en La Tribuna de Ciudad Real, el día 16 de julio de 2012

 

 

 

La buena preparación

31/07/2012

Los adherentes a cierta ideología política que no suscribo, condenan la excelencia como algo contrapuesto a la igualdad. Y ello se debe a que una de sus propuestas ha consistido en igualar por abajo; lo cual, evidentemente, es más fácil. No hay que ser un lumbreras para comprender que el éxito de una sociedad, lo más difícil, es que logre igualar por lo alto al mayor número de sus ciudadanos, que es lo que España ha conseguido claramente en el ámbito del deporte internacional.
El estudiante o el profesional que busca la excelencia, no lo hace, como tienden a creer las izquierdas, para elevarse sobre los demás y machacarlos, sino para hacer de su vida una aventura más colmada y, a menudo, para ser más útil a la sociedad. Lo hace para poder influir en ella desde una posición más determinante, es decir, para ser un día de los que abren caminos y no de los que se dejan remolcar. El deseo de sobresalir no tiene por qué obedecer exclusivamente a un ansia de poder o fama, sino al proyecto de lograr la excelencia en el propio trabajo, sea éste jugar al tenis, investigar en un laboratorio, formar parte de la selección nacional de fútbol, trabajar la tierra con maestría o dirigir eficazmente cualquier empresa del país.
Afortunadamente, la idea que hoy tenemos del éxito en nuestra piel de toro nada tiene que ver con la patológica obsesión del winner estadounidense. Son pocos entre nuestros jóvenes los que sueñan con triunfar a cualquier precio, o caiga quien caiga. Lo normal es que asocien esa meta a su esfuerzo y formación.
Centrándonos en el campo del deporte, en el que España viene cosechando los mayores triunfos, es harto evidente que ello ha sido posible por el tesón de unos atletas que son, además, sicólogos y malabaristas. Han desarrollado en tan alto grado sus habilidades, que no hay victoria que se les resista. En el partido final de la Copa de Europa, un futbolista de nuestra selección recibió con el empeine un balón que, según el comentarista de la COPE, «´bajaba del Kilimanjaro», y lo pasó sin solución de continuidad a un compañero para que éste prosiguiera el buen juego coordinado. Esta clase de jugadas sólo pueden conseguirse con una excelencia atlética rayana en  la acrobacia y el encaje de bolillos. Las virtudes del líder – el seleccionador Vicente del Bosque, en este caso – se han contagiado a todos los miembros de su imbatible equipo. Y lo ha logrado, básicamente, enseñándoles a digerir los éxitos con humildad. Los que gritaban en Cibeles «¡Somos los mejores del mundo!», no estaban en el autobús descubierto en el que la roja recorría triunfante la capital.
© 2012 José Romagosa Gironella
“Puntos sobre la íes”
Publicado en La Tribuna de Ciudad Real, el día 9 de julio de 2012

 

 

 

Nuevo estilo, nueva época

31/07/2012

Satisface comprobar el radical cambio de estilo que Mariano Rajoy ha inaugurado. Nada que ver con la forma de ser y de estar de nuestros políticos del pasado inmediato. Podríamos señalar, como dato sobresaliente, su naturalidad. Quitando su constante preocupación por la correcta colocación de su corbata,  la característica más destacada de su personalidad acaso resida en esa mezcla de seriedad y naturalidad  a la que ya nos tiene acostumbrados. No hay poses predeterminadas en su expresión corporal, ni demagogia o verborrea en su siempre correcto discurso. Tanto da que esté presidiendo un consejo de ministros, o respondiendo en el Paramento a un oponente político. Su gesto y su palabra son siempre los que deben ser. No en vano, estamos viendo que el PP, gracias a él y a sus bien elegidos ministros, supera en un 13 por ciento al PSOE en grado de aceptación popular.
Sus éxitos en la recientes cumbres y reuniones con los principales líderes del mundo, de los que en ningún momento se ha vanagloriado, han puesto de manifiesto su valía como político serio y hombre de Estado.
En un mundo plagado de demagogos, alienados y excéntricos, llama la atención un político educado y dialogante que se concentra en llevar a cabo su programa sin vivir pendiente de la galería. Ha podido dar la impresión a algunos de no haberse dedicado a informar o comunicarse lo suficiente con los españoles; pero esto es consecuencia de que su prioridad ha venido siendo, desde que asumió la Presidencia, trabajar y trabajar para sacar a España de la peligrosa coyuntura en que se hallaba. Y utilizo el tiempo pasado, porque un servidor es de los que opina que gracias al programa nacional e internacional por él diseñado, la crisis está empezando a remitir.
Este columnista opina que acabamos de vivir momentos históricos; que la Providencia nos ha brindado un político sin carisma aparente, tal vez poco brillante en la tribuna, pero de gran capacidad intelectual y para el trabajo en equipo. Su propio aspecto, más de profesor universitario que de político, y también la discreción de su tono oratorio y de sus gestos, pudo hacer creer a algunos que Rajoy no sería el peso pesado que España necesitaba. Mas, ¡ah, amigos!, don Mariano ha demostrado ser capaz de doblegar a una Frau Merkel, aliarse con otro señor como él de la vecina Italia y un socialista galo recién elegido presidente, y – algo que parecía imposible – dictar en una UE rubia y de ojos azules las ideas clave para su reconstrucción. Hasta al moreno Rubalcaba ha sabido ganarse, si no como aliado, sí como coadyuvante imprescindible. Un nuevo estilo para una nueva época. ¡Chapó!
© 2012 José Romagosa Gironella
“Puntos sobre la íes”
Publicado en La Tribuna de Ciudad Real, el día 2 de julio de 2012

 

 

 

España internacional

31/07/2012

Con un censo de habitantes de apenas el uno por ciento de la población mundial, España puede enorgullecerse de ser uno de los países más internacionales. Las obras de nuestros arquitectos se hallan presentes en las principales capitales del mundo. Son españoles los ingenieros y las empresas adjudicatarias de la línea de alta velocidad en Arabia Saudita, y las principales figuras del mundo de la ópera, la pintura, el deporte de élite… Nuestra lengua ha llegado a ser la segunda más utilizada del planeta, con cerca de quinientos millones de hablantes. Dieciocho millones de personas la están estudiando en distintos países del mundo. Con apenas el nueve por ciento de la población de la Unión Europea, nuestro país es su cuarta potencia económica, a pesar de la crisis que en la actualidad nos afecta. Somos el primer país del mundo en recepción de visitantes extranjeros, hasta el punto de que el número de turistas extranjeros supera con mucho al de la población local; y también el primero en número de trasplantes de órganos, en infraestructuras para la tercera edad y en grado de atractivo de nuestra peculiar forma de vida. España es también una de las naciones pioneras en energías alternativas, una de las más avanzadas en cirugía y de las más importantes en el campo de la construcción de grandes navíos, así como la más solidaria y avanzada en asistencia médica y salvamentos en el mar.
El futuro se presenta halagüeño para España. La República Popular China, una de las grandes potencias emergentes, cuenta con nuestro país, y viceversa. La economía española se ve cada día más interrelacionada con la de Estados Unidos, con las de naciones iberoamericanas, con Marruecos y con los demás socios de la Unión Europea. No hay duda de que España, a pesar de la coyuntural recesión por la que está pasando, tiene un gran futuro en el mundo. El prestigio alcanzado por España en el campo de los grandes eventos, va en paralelo con el alcanzado, sobre todo en los últimos años – e incluso en los últimos  días -, en el ámbito de las competiciones deportivas internacionales. Si a todo ello añadimos los atractivos de nuestra forma de vida al aire libre – única en el mundo -, nuestra magnífica y variada gastronomía, el folklore más diferenciado del mundo y la hospitalidad de los españoles, la receta perfecta está servida.
No en vano las palabras españolas más universales son: «¡Viva!», «¡Olé!» y «Fiesta», Y la canción universal: «¡Y viva España!». Ojalá sepamos compaginar en el futuro nuestro indiscutible amor al disfrute de la vida, con el amor al esfuerzo, al trabajo y a la búsqueda de un satisfactorio producto interior bruto.
© 2012 José Romagosa Gironella
“Puntos sobre la íes”
Publicado en La Tribuna de Ciudad Real, el día 25 de junio de 2012